Los Ejércitos de Estados Unidos y Corea del Sur llevaron a cabo este jueves lo que se ha promocionado como Ejercicio Combinado Conjunto con Fuego Real, el primero de su tipo en seis años, en el campo de entrenamiento de disparo de Seungjin, en Pocheon, a pocos kilómetros de la frontera con Corea del Norte.
Los ejercicios de este jueves, el primero de una ronda de cinco ejercicios de disparos de los dos países programados hasta mediados de junio, se llevó a cabo para conmemorar el 70.º aniversario de la alianza militar entre Seúl y Washington y el 75.º aniversario de la fundación de las fuerzas armadas de Corea del Sur.
Los simulacros, llamados “maniobras combinadas de potencia de fuego de aniquilación”, son los más grandes de su clase hasta ahora e incluyeron cazas furtivos F-35A y F-16 y otros aviones de combate, helicópteros de ataque AH-64 Apache y AH-1S Cobra, tanques y sistemas de lanzacohetes múltiples y otras armas de Corea del Sur y Estados Unidos.
Para los ejercicios, los aliados movilizaron unos 2500 efectivos de 71 unidades y unos 600 activos militares.
El ejercicio se dividió en dos partes: una destacando la preparación de los aliados para responder a lo que Washington y Seúl llaman las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte y repeler su posible ataque, y la otra demostrando sus capacidades de contraataque.
Estados Unidos y Corea del Sur planean realizar el ejercicio combinado cuatro veces más el próximo mes, el 2, 7 y 12 de junio.
Antes del ejercicio, Corea del Norte expresó su exasperación el viernes pasado a través de los medios estatales por estos ejercicios que se llevan a cabo en un área a pocos kilómetros de su frontera, advirtiendo que el “peligroso ensayo de guerra” contra “una potencia nuclear” es “simplemente una tontería”.
También alertó de que Estados Unidos y Corea del Sur enfrentarán “respuestas correspondientes” no especificadas por estos simulacros de provocación a gran escala.
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