• El vice primer ministro chino, Han Zheng, en el Foro Económico Mundial (WEF por su sigla en inglés), Davos, Suiza, 21 de enero de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: jueves, 23 de enero de 2020 8:22
Actualizada: jueves, 23 de enero de 2020 9:37

Pese a la posición proteccionista de EE.UU., China mantendrá su economía abierta para los inversores extranjeros y seguirá liberalizando las reglas del comercio.

Durante su comparecencia en el Foro Económico Mundial en Davos (WEF, por su sigla en inglés), el vice primer ministro del Consejo de Estado chino, Han Zheng, aseguró que “China mantendrá el rumbo de ampliar el acceso de empresas e inversores extranjeros a su mercado y seguirá contrarrestando por todos los medios a la creciente expansión de proteccionismo y unilateralismo que ha sido utilizado últimamente por varios países”.

El alto funcionario de la República Popular de China subrayó que los asuntos internacionales no deben depender de la política aplicada por un país en concreto y, aunque no ha mencionado en su discurso a EE.UU., a todos los participantes y los observadores de este evento les quedó claro que se refería precisamente a Washington.

Asimismo, Xu Feibiao, director adjunto del Centro de Estudios del BRICS y G20 de la Academia de Relaciones Internacionales Modernas, al comentar las declaraciones de Zheng, consideró que Estados Unidos y China no lograrán continuar la primera fase de su acuerdo comercial, dado que cada uno sigue un rumbo absolutamente distinto al otro.

 

De acuerdo con Feibiao, “Washington continúa atendiéndose al proteccionismo y al unilateralismo (...) Tampoco ha cambiado la posición de China que continúa abierta frente a la cooperación internacional y sigue el curso destinado a aumentar la apertura de su mercado frente al mundo externo”, añadió.

El conflicto comercial entre Washington y Pekín, que comenzó en 2018, continuó en 2019 con más fuerza. En el marco de la batalla, las partes aplicaron mutuamente fuertes aranceles a miles de productos y amenazaron con nuevas escaladas, sin un final claro a la vista.

China insiste en que se levanten por completo los aranceles mientras que EE.UU. busca mantenerlos en vigor al menos parcialmente para usarlos como una herramienta de presión sobre China. Washington demanda que Pekín reconsidere su política económica, incluida la práctica de apoyar y subsidiar a las empresas estatales. El país asiático considera que estas demandas son una especie de interferencia en sus asuntos internos.

El 15 de enero, China y EE.UU. firmaron una primera fase de negociaciones concluida en diciembre. El documento abre espacio para una tregua en la guerra comercial que Trump lanzó en mayo de 2018 contra China, al imponerle aranceles y cuotas a sus productos para reducir el abultado déficit comercial de Estados Unidos.

Ambas partes están satisfechas, pero dado que existen temas pendientes, muchos analistas creen que este acuerdo no pone fin la disputa. Varios problemas de fondo que tendrán que abordar en la segunda fase provocarán nuevas incertidumbres, entre ellos el comercio, la propiedad intelectual y los aranceles.

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