• El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Geng Shuang, en rueda de prensa.
Publicada: lunes, 10 de junio de 2019 16:19
Actualizada: martes, 11 de junio de 2019 18:20

El Gobierno chino atribuye a una “intervención exterior” la oposición a una ley de extradición en Hong Kong que ha hecho estallar protestas en ese territorio.

“El Gobierno central se opone fuertemente a la intervención exterior en la legislación de Hong Kong”, ha asegurado este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Geng Shuang, en una rueda de prensa.

Ante la pregunta sobre el motivo por el que fuerzas externas están interviniendo en el proceso de aprobación del proyecto de ley, el vocero chino ha apuntado a algunos países que “han estado haciendo algunos comentarios irresponsables sobre la enmienda”.

Los medios de comunicación chinos han acusado a los organizadores de las protestas del domingo en Hong Kong de “connivencia con el Occidente” y han señalado las reuniones entre figuras de la oposición hongkonesa y altos funcionarios estadounidenses, entre ellos el secretario de Estado y la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. Mike Pompeo y Nancy Pelosi, respectivamente.

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Haciendo alusión a las críticas contra esta legislación, Geng ha calificado de “incuestionable” la responsabilidad de Pekín en proteger y garantizar totalmente “los derechos y las libertades de la gente en Hong Kong” desde el regreso de este territorio a la soberanía China de manos británicas, en 1997.

El Gobierno central se opone fuertemente a la intervención exterior en la legislación de Hong Kong”, ha asegurado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Geng Shuang, en alusión a una ley de extradición en Hong Kong que desencadenó masivas protestas en ese territorio.

 

La propuesta de ley, que se someterá a una segunda lectura en la Cámara hongkonesa el próximo miércoles, permitiría el traslado de supuestos criminales a China continental para ser enjuiciados.

El Reino Unido traspasó en 1997 el control de Hong Kong a China, con un gobierno basado en “un país dos sistemas”, que permite que la región tenga sus propias instituciones legislativas, ejecutivas y judiciales independientes de China.

Pekín dice que esos privilegios han sido protegidos, pero insiste en que no podría tolerar movimientos que busquen la secesión total del continente y asevera que Hong Kong es parte de China.

En reiteradas ocasiones, China ha acusado a EE.UU. de tratar de “alterar” la situación de Hong Kong interviniendo en sus asuntos internos, y ha advertido que tales provocaciones tendrían como consecuencia “una mala reacción”.

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