De acuerdo con el último Informe Cuatrienal de Defensa taiwanés, el presupuesto militar del país se aumentará en un 7 % hasta alcanzar los 147.000 millones de dólares con el fin de contener la creciente tensión con Pekín.
Esta cantidad de dinero, agrega el informe (presentado por el ministro taiwanés de Defensa, Feng Shih-kuan, ante el Parlamento), ayudará a aumentar las compras y el desarrollo de equipos bélicos por parte de Taiwán.
Asimismo, el jefe de la Cartera taiwanesa ha confirmado la capacidad de su país para atacar a China continental gracias a sus misiles de crucero, de un alcance superior a 1500 kilómetros.
De acuerdo con informes locales, Taiwán planea comprar a EE.UU. el F-35 Lightning, uno de los aparatos más modernos del país norteamericano; el F35A, invisible a los radares; y el F35B, de despegue vertical, entre otros.
Taiwán está separado de facto de la República Popular de China desde la llegada al poder de los comunistas en Pekín en 1949. No obstante, China reclama Taiwán como territorio propio, por lo que no lo reconoce como nación con una administración independiente.
La situación se ha enfriado considerablemente desde la llegada al poder el año pasado en Taiwán de su nueva presidenta, Tsai Ing-wen, y su acercamiento a EE.UU., pese a las advertencias chinas.
China insiste en el principio de una sola China y resalta el hecho de que Taiwán no tiene estatus de nación ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como en la mayoría de los órganos internacionales.
También promete rehacerse con el control total de esa región de aquí a 2020. Fuentes chinas han llamado a las autoridades del país a prepararse y desarrollar planes militares para recuperar Taiwán mediante la fuerza.
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