Durante una ceremonia de entrega de viviendas del programa Mi Casa, Mi Vida en América, a la que asistió parte del gabinete ministerial de Temer, el mandatario abordó la economía de su país y destacó que en los 18 meses que está al frente del Gobierno “Brasil no paró”.
Las reacciones de los asistentes no se hicieron esperar y comenzaron a gritar “fuera Temer" y abuchearlo tras exponer sus argumentos de las “supuestas mejoras económicas” en el país.
Para finalizar su discurso, el mandatario de facto rememoró un proverbio bíblico: “Está alguien entre nosotros triste, ora, está alguien entre nosotros alegre, canta alabanzas, quiero cantar alabanzas”, sin embargo, también fue recibido con abucheos.
Hace unos días, Temer celebraba que la mayor economía de Suramericana lograra salir de la recesión en la que estuvo en los últimos años, al acumular en los primeros nueve meses del 2017 un crecimiento del 0,6 %, un porcentaje que apunta a prever que terminará el año en positivo.
Temer atribuyó los datos positivos a las duras medidas de ajuste que viene adoptando, algunas bastante impopulares, desde que asumió la Presidencia, en mayo del año pasado en sustitución de la destituida Dilma Rousseff.
Agregó que, para completar esos cambios que benefician la economía, aún falta que el Congreso apruebe la reforma al régimen de jubilaciones y pensiones propuesta por su Gobierno.
Esta reforma, sin embargo, enfrenta grandes resistencias entre la población, los sindicatos y hasta los parlamentarios, por lo que el Gobierno aún no cuenta con el respaldo suficiente en el Congreso para sacarla a flote.
Sin embargo, afirmó que está trabajando para convencer a los miembros del Congreso a aprobar esta iniciativa “por el bien de todo el país”.
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