"Eliminar visa diplomática por parte de Chile es una política de escarmiento rencoroso y una actitud de distanciamiento diplomático", escribió el martes el mandatario boliviano en su cuenta en la red social Twitter.
Morales así reaccionó a la reciente decisión de Chile de exigir visas en el futuro a autoridades y diplomáticos bolivianos, tras una visita de inspección realizada por una delegación de parlamentarios encabezada por el canciller boliviano David Choquehuanca a los puertos de Arica y Antofagasta, ambos en el norte de Chile.
Eliminar visa diplomática por parte de Chile es una política de escarmiento rencoroso y una actitud de distanciamiento diplomático", tuitea el mandatario boliviano, Evo Morales.
Algunas autoridades de #Chile hagan lo que hagan, digan lo que digan, ahora #Bolivia se respeta. Son nuevos tiempos con identidad y dignidad
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) July 19, 2016
El ministro de Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, dijo el mismo martes a los periodistas que sin afectar el libre tránsito de ciudadanos bolivianos, en un futuro próximo todos los funcionarios diplomáticos y funcionarios de gobiernos en general (de Bolivia) deben tener una “visa estampada en su pasaporte para poder entrar a nuestro país”.
"De aquí en adelante, las autoridades y funcionarios bolivianos que deseen ingresar al territorio nacional deberán hacerlo con visa, debidamente estampada en un Pasaporte", señala a este respecto un documento del Gobierno chileno difundido por el diario local Bío Bío.
Exigir visas a las autoridades de Bolivia –país con el que Chile carece de relaciones diplomáticas desde hace 40 años– forma parte de las acciones con las que Muñoz amenazó luego de enviar una nota de protesta el Ejecutivo de Bolivia por la “visita no oficial" de los altos funcionarios de este país.
Es de mencionar que la mencionada negativa de Chile, además, ha provocado críticas del mismo Morales y el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, quien afirmó que Chile lleva su diplomacia “al tiempo de la piratería y el matonaje”.
Esta escalada de tensión y el cruce de quejas por el transporte de carga coinciden con la entrega de la contrademanda chilena al juicio iniciado por Morales en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en el que pide a Chile que negocie una salida soberana al mar, así como a otra demanda de La Paz contra el uso de las aguas del Silala por Santiago.
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