“Para luchar contra Daesh (acrónimo en árabe para referirse al EIIL) necesitamos armas modernas, he venido aquí para recibir su apoyo y pedir su ayuda”, ha dicho el líder filipino en su encuentro de este martes en Moscú, capital rusa, con Putin.
También ha abogado por cimentar los vínculos a todos los niveles con Rusia, aduciendo que hay que “trabajar para fomentar nuestras relaciones bilaterales en todos los ámbitos”.
El mandatario ruso, por su parte, ha recordado que existen numerosos ámbitos de interés para la cooperación con el país del sudeste asiático, incluidos proyectos como “la maquinaria energética, infraestructuras de transporte, energía y por supuesto cooperación técnica y militar”.
Para luchar contra Daesh (acrónimo en árabe para referirse al EIIL) necesitamos armas modernas, he venido aquí para recibir su apoyo y pedir su ayuda”, ha dicho el presidente filipino, Rodrigo Duterte, en su encuentro con su par ruso, Vladimir Putin.
La visita de Duterte a Rusia, que comenzó el domingo, se ha visto afectada por las ofensivas de los terroristas de Daesh en el sur de Filipinas, razón por la que el gobernante anunció que debía regresar a su país y adelantó su viaje de vuelta.
“Grupos de EIIL han asaltado una provincia, y se están llevando a cabo enfrentamientos. Por desgracia, tengo que estar allí”, ha explicado.
Pese a la reducción del viaje, las autoridades rusas y los ministros filipinos que se quedan en Rusia rubricarán el miércoles un paquete de documentos destinados al desarrollo de los lazos bilaterales.
En la misma jornada del martes, Duterte decretó la ley marcial en la isla de Mindanao (sur del archipiélago), después de que integrantes de Abu Sayyaf, vinculados al EIIL atacaran varias áreas de la ciudad de Marawi, donde se siguen produciendo feroces enfrentamientos entre los terroristas y los efectivos del Ejército filipino.
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