El ataque aéreo fallido tenía por blanco la base yemení de Al-Malhama, en la región fronteriza de Jizan (suroeste de Arabia Saudí), pero se ha cobrado la vida de al menos diez soldados saudíes.
Siempre según las explicaciones de una fuente militar yemení citada este martes anónimamente por la agencia de noticias Al-Masdar News, el ataque causó además heridas a 15 soldados saudíes.
Por otra parte, las incursiones de cazas saudíes han herido de gravedad a dos campesinos en Sahar, distrito de la provincia de Saada, y causado destrozos en una ráfaga de ataques contra la base militar de Kahlan y el distrito de Razih, en la misma provincia noroccidental yemení. Se desconoce aún si estos últimos ataques han causado víctimas.
Otro objetivo de los aviones de combate de Riad ha sido una oficina de seguridad en la ciudad portuaria de Al-Hudaida, a 150 kilómetros al suroeste de la capital yemení, Saná.
El autoataque de la Real Fuerza Aérea Saudí en Jizan supone el segundo realizado por accidente contra tropas del reino este año. El Ejército saudí aún no ha emitido comunicado alguno respecto al suceso. Hace poco, el portavoz del Ejército yemení, Sharaf Luqman, denunció que cazas saudíes bombardean zonas sureñas de su propio país para silenciar las voces críticas con la agresión a Yemen.
La ofensiva militar contra Yemen fue iniciada por Arabia Saudí en marzo de 2015, en un intento por eliminar de la ecuación al movimiento Ansarolá y restaurar en el poder a Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad. La agresión militar, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha dejado ya al menos 10 mil muertos.
Las fuerzas yemeníes realizan de vez en cuando ataques de represalia contra las fuerzas invasoras del país vecino. De hecho, este mismo martes han lanzado un número de misiles contra dos campos militares saudíes en las áreas de Khobe y Jabal al-Dukhan, en Jizan, dejando muertos a un número de militares saudíes cuya cifra exacta no ha trascendido.
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