Las imágenes difundidas este sábado muestran un duro enfrentamiento entre las fuerzas saudíes, apoyadas por los mercenarios leales al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadí, y el movimiento popular yemení Ansarolá, en la región desértica de Midi, situada en la provincia de Hajjah.
Los combatientes de Ansarolá repelieron la ofensiva de Riad y sus aliados, infligiendo grandes bajas en sus filas.
Las fuerzas especiales yemeníes han controlado más posiciones militares del Ejército saudí en la provincia de Jizan, en la frontera”, indicó Ali al-Hamzani, un alto comandante de Ansarolá.
Esta operación marcó una desesperada respuesta de los agresores saudíes ante las derrotas que sufren en el sur de la península árabe, en concreto, en la región de Najrán.
Altos mandos yemeníes, por su parte, anunciaron ayer viernes de grandes avances del Ejército yemení, apoyado por las fuerzas populares, dentro de la región saudí de Jizan, mientras que abate a mercenarios saudíes en la provincia central yemení de Marib.
“Las fuerzas especiales yemeníes han controlado más posiciones militares del Ejército saudí en frontera de la provincia de Jizan, (ubicada) en la frontera”, indicó Ali al-Hamzani, alto comandante de Ansarolá a la agencia iraní de noticias Fars.
Al-Hamzani también informó que las provincias de Asir y Najran son escenarios de fuertes enfrentamientos entre fuerzas tropas yemeníes y saudíes.
El miércoles las fuerzas yemeníes atacaron con misiles dos puestos militares de las fuerzas saudíes en Jizan, donde además se hicieron con el control de dos aldeas.
Los ataques yemeníes se realizan en respuesta a la agresión saudí a su país, iniciada en marzo de 2015, que busca por un lado, abatir a Ansarolá y, por otro, restaurar en el poder a Hadi, un estrecho aliado de Riad.
Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cifra de muertos en los 18 meses de guerra saudí contra Yemen ha superado ya las 10.000 personas.
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