“Durante las últimas cuatro décadas, Irán se ha convertido en un país fundamental, una potencia regional y rival de grandes países, y es respetado por todos”, aseguró el jueves Sultan al-Samei, miembro del Consejo Político Supremo de Yemen, en una ceremonia para celebrar el 43.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica en la embajada de Irán en Saná, capital yemení.
Según ha informado la agencia local de noticias Saba News, el funcionario yemení señaló que la República Islámica lidera el Eje de la Resistencia en su enfrentamiento a la opresión de Estados Unidos y el régimen sionista en la región de Asia Occidental, y apoya la causa palestina y a los oprimidos del mundo, sin tener en cuenta sus preferencias religiosas.
Es por eso que el pueblo yemení, siguiendo el enfoque de autosuficiencia de la República Islámica de Irán, ha resistido en los últimos siete años los ataques de las fuerzas invasoras de la coalición que lidera Arabia Saudí contra Yemen, remarcó Al-Samei.
En el mismo acto, Muhamad Meftah, asesor del presidente del Consejo Político Supremo de Yemen, felicitó a Irán por el cuadragésimo tercer aniversario de la victoria de la Revolución Islámica y puso de relieve que los “pueblos de Yemen e Irán están en el mismo camino de la lucha contra la tiranía y la arrogancia globales”.
Meftah describió la Revolución Islámica de Irán como la revolución más grande que provocó un cambio estratégico en el mundo islámico y convirtió al país en una potencia regional independiente.
Ansarolá de Yemen felicita aniversario de Revolución Islámica
Por su parte, Muhamad Abdel Salam, portavoz del movimiento popular yemení Ansarolá, también felicitó la misma jornada al pueblo iraní el 43.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica. “[Con esta revolución] Irán pasó de un Estado dependiente a una posición excepcional y un modelo de orgullo, dignidad, soberanía e independencia”, subrayó en un mensaje emitido en su cuenta de Twitter.
El 11 de febrero de 1979, la Revolución Islámica de los iraníes, bajo el liderazgo del Imam Jomeini (que en paz descanse), logró poner fin al régimen dictatorial de Mohamadreza Pahlavi, un títere de EE.UU. que salvaguardaba los intereses de Washington en la región.
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