En una reunión encabezada por su presidente Mahdi al-Mashat, el Consejo Político Supremo enfatizó el jueves que Yemen rechaza cualquier solución o acuerdo fragmentado para zanjar la crisis en este país devastado por la guerra fomentada desde el 26 de marzo de 2015 por Arabia Saudí y sus aliados.
El Consejo de este modo expresó su sorpresa por la iniciativa de alto el fuego hecha por Arabia Saudí mientras intensificaba las hostilidades, con la intención de engañar a la opinión pública y encubrir sus crímenes que violan las normas internacionales.
En la citada reunión también revisaron los desarrollos militares de los yemeníes en los frentes de combate con el enemigo saudí, que busca restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi.
El consejo agradeció asimismo los esfuerzos del Ejército yemení, apoyado por los comités populares, para hacer frente a las agresiones recientemente intensificadas de los Al Saud y sus aliados.
Riad anunció el 8 de abril un alto el fuego de dos semanas en Yemen “para contribuir a la creación de un ambiente constructivo y apoyar los esfuerzos de las Naciones Unidas para zanjar la paz y los esfuerzos para combatir el nuevo coronavirus (COVID-19)”. No obstante, las fuerzas saudíes y sus mercenarios siguen violando la tregua que declararon ellos mismos y que finalizó el jueves.
El movimiento popular yemení Ansarolá alertó que Arabia Saudí está jugando con la tregua unilateral establecida en Yemen para comprar tiempo y prepararse para una nueva escalada militar.
Según el proyecto Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés), la agresión saudí ha dejado más de 100 000 muertos y miles de heridos entre la población civil yemení, y ha provocado la peor crisis humanitaria en el país más pobre del mundo árabe.
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