La capital yemení, Saná, ha sido escenario de una congregación de los partidarios del movimiento popular yemení Ansarolá, que protestaban contra la política guerrerista y de agresión de Estados Unidos y Arabia Saudí en Oriente Medio. Mientras tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvía a condenar los ataques de Riad a civiles inocentes.
Este jueves, miles de yemeníes de distintas ciudades del país llegaron a la capital de su país para repudiar las hostilidades saudíes contra su país y expresar su disposición a luchar en los campos de batalla contra los agresores.
Los bombardeos de Arabia Saudí contra los civiles yemeníes parecen no tener fin. Cada vez hay más muertes y mayor destrucción. Al menos 71 personas perdieron la vida y medio centenar resultaron heridas el miércoles en un nuevo ataque aéreo efectuado a un hotel ubicado del distrito de Arhab, al norte de Saná.
Por su parte, las Naciones Unidas ha expresado su profunda preocupación por las incursiones lanzadas por la coalición liderada por Riad contra zonas residenciales y emplazamientos civiles, considerando que estos ataques aumentan el sufrimiento de la población yemení.
Hace unos días, el embajador saudí ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Abdolá al-Mouallimi, reconoció que la coalición ha sido imprudente en sus ataques y prometió mejorar su conducta.
La agresión saudí contra Saná cumple ya dos años y ha dejado más de 10 mil civiles muertos, llevando a situaciones infrahumanas a más de 18 millones de personas, es decir, dos tercios de la población de Yemen.
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