La situación es cada vez peor en Yemen. Este país al borde de la hambruna, y que, además, padece el más severo brote de cólera en la historia reciente, se ha convertido en el escenario de la mayor crisis humanitaria en el mundo. Así lo afirman en comunicados, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), tras una visita de tres días al país.
Los más afectados de esta crisis humanitaria son los niños. Según la ONU, el 80 por ciento de la población infantil de Yemen, necesita ayuda humanitaria urgente. Casi dos millones de niños yemeníes sufren desnutrición aguda, que los hace aún más susceptibles al cólera y las enfermedades.
Ante esta situación, Unicef pide el fin del conflicto devastador en Yemen. Advierte que no lograr ese objetivo, resultará en la continuación de la catástrofe que no solo seguirá cobrando vidas, sino también dejará secuelas en las generaciones futuras y en el país en los próximos años.
Según las autoridades de la ONU, desde el pasado abril se han registrado unos 400 mil casos sospechosos de cólera, y cerca de mil 900 personas han perdido la vida por esta enfermedad en Yemen.
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