La Fuerza Aérea turca ha llevado a cabo el lunes y este martes las primeras pruebas de los sistemas de defensa área S-400, pese a las reiteradas advertencias de EE.UU. sobre posibles sanciones si Ankara utilizaba este sofisticado armamento ruso.
En una grabación, filtrada esta misma jornada por la agencia turca de noticias İhlas, se aprecia el momento en el que un avión de combate F-16 Fighting Falcon del Ejército turco sobrevuela, a baja altitud, Ankara, mientras los sistemas de radar de los S-400 lo detectan en el espacio aéreo de la ciudad capitalina.
Esta prueba, no obstante, ha sido criticada severamente por Washington. El secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, ha tachado de “preocupante” que Ankara empezara a probar los sistemas rusos de defensa antiaérea.
“Seguimos optimistas y continuamos hablando con los turcos para intentar encontrar una salida, pero hemos expresado claramente al Gobierno turco nuestra voluntad de que se aleje de la plena puesta en marcha del sistema de defensa S-400”, ha indicado este martes Pompeo en una rueda de prensa.
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No tenemos ninguna obligación ante nadie de no instalar o usar el (sistema antiaéreo) S-400. Compramos estos sistemas porque fue necesario”, ha comentado el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu.
El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, ha anunciado, sin embargo, que su país no le ha prometido a nadie que renunciaría a sus planes de instalar y utilizar los sistemas S-400 comprados a Rusia. “No tenemos ninguna obligación ante nadie de no instalar o usar el S-400. Compramos estos sistemas porque fue necesario”, ha comentado.
Rusia y Turquía planean cerrar nuevo acuerdo sobre S-400
El director general de la compañía Rosoboronexport, la mayor exportadora rusa de armas, Alexandr Mijéev, ha anunciado este mismo martes que Rusia y Turquía contemplan la idea de suscribir un segundo contrato para la adquisición de los avanzados sistemas antiaéreos S-400 el próximo año.
“Esperamos firmar los documentos del contrato en la primera mitad de 2020. Pero quiero subrayar que la cooperación técnica militar con Turquía no se limita al suministro de los S-400. Tenemos grandes planes por delante”, ha indicado Mijéev, en una entrevista concedida a la agencia rusa Ria Novosti.
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Esta iniciativa podría deteriorar aún más los vínculos de Ankara con Washington, que eliminó a los turcos del programa de suministro de cazas de quinta generación F-35, e incluso amenazó con la imposición de sanciones al país euroasiático.
EE.UU. argumenta su postura, aduciendo que el uso de los F-35, junto con el sistema antimisiles S-400 ruso, podría dar lugar a una transferencia de información y crear agujeros de seguridad en el sistema de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero Turquía insiste en que está en su derecho de adquirir el material necesario para garantizar su seguridad.
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