“Una intervención desde el exterior o cualquier uso de la fuerza serían inadmisibles para nosotros y agravarían todo”, subrayó el martes la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mohgerini al intervenir ante la Eurocámara.
De este modo, la diplomática europea se pronuncia contra cualquier intervención, incluida una intervención armada para resolver la “crisis” en Venezuela en alusión a unas recientes declaraciones del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien no descartaba una operación militar en este país sudamericano como una solución al respecto.
Mogherini subrayó en varias ocasiones ante los europarlamentarios, reunidos en Bruselas (capital belga), que la solución para atajar la “crisis política, económica y humanitaria” en Venezuela solo pasa por un diálogo “político, pacífico y democrático”.
Altos cargos venezolanos, en repetidas ocasiones, han denunciado el “acoso” que sufre su país a causa de las “forzadas campañas mediáticas y políticas”, que exageran intencionadamente los problemas económicos que actualmente Venezuela atraviesa, y que según el canciller venezolano, Jorge Arreaza, “han generado migración inducida y migración forzada” a los países de América Latina.
Una intervención desde el exterior o cualquier uso de la fuerza serían inadmisibles para nosotros y agravarían todo”, subraya la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, en referencia a una posible operación militar en Venezuela para resolver la situación que atraviesa este país latinoamericano.
Tras remarcar que la llave para resolver dicha situación está en manos de los propios venezolanos, la alta funcionaria adelantó que la UE considera crear un grupo de contacto para promover el diálogo político en Venezuela.
En su intervención, Mogherini solicitó al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, que “emprenda pasos unilaterales para reforzar la confianza y relajar la tensión “entre la sociedad venezolana. Resaltó también que el bloque comunitario no suavizará sus sanciones hasta que no mejore la situación en este país y que se establezcan las condiciones necesarias para facilitar un “verdadero” diálogo con la oposición venezolana.
En junio pasado, Bruselas amplió las sanciones impuestas al país caribeño al incluir en su lista negra los nombres de 11 personalidades oficiales, entre ellos la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, acusadas de “violar” los derechos humanos y “socavar la democracia” en Venezuela.
Por su parte, Maduro protestó contra esta medida de la UE, sosteniendo que este bloque “atenta contra la paz política en Venezuela al inmiscuirse en sus asuntos internos y empeñarse en aplicar medidas coercitivas que atentan contra la tranquilidad y el diálogo entre los venezolanos y venezolanas”.
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