Así lo anunció el miércoles Abu al-Fath al-Farghaly, un alto comandante de la alianza terrorista Junta de Liberación del Levante (Hayat Tahrir Al-Sham, en árabe), en una amenaza directa al canciller ruso, Serguéi Lavrov, quien hace días subrayó desde Turquía que el Ejército sirio se reserva el derecho a defenderse de ataques lanzados desde la provincia noroccidental de Idlib.
“Los muyahidines (combatientes) están en su mejor estado físico y moral y su voluntad no disminuirá hasta la liberación de Damasco y más allá”, señaló el terrorista, según recogió a su vez el portal South Front.
Lavrov subrayó que los acuerdos de distensión en el norte de Siria excluyen a las agrupaciones extremistas y filiales de Al-Qaeda. De hecho, los señalamientos del ministro ruso de Exteriores apuntaban a los responsables de Hayat Tahrir Al-Sham, quienes piensan que la tregua les permitirá seguir controlando posiciones en Idlib.
Los muyahidines (combatientes) están en su mejor estado físico y moral y su voluntad no disminuirá hasta la liberación de Damasco (capital siria) y más allá”, dijo Abu al-Fath al-Farghaly, un alto comandante de la alianza terrorista Junta de Liberación del Levante.
Últimamente, Rusia se ha mostrado más determinada en participar en la ofensiva en esta provincia, considerada el bastión de grupos terroristas en Siria, después de los crecientes ataques con drones contra la base aérea rusa de Hmeimim en Latakia (oeste), lanzados desde Idlib.
El lunes, una fuente militar siria reportó que fuerzas especiales y varios técnicos de la Aviación rusa han llegado al aeródromo militar de Abu Dhuhour, sito en el sur de la referida provincia, con el objetivo de asesorar al Ejército sirio en la próxima ofensiva.
Estos hechos tienen lugar después de que las unidades militares sirias enviaran refuerzos a las provincias de Hama (centro) y Latakia para dar inicio a la esperada operación, que será una de las más duras debido a la gran concentración de terroristas en Idlib.
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