• La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova
Publicada: lunes, 19 de diciembre de 2022 17:13
Actualizada: lunes, 19 de diciembre de 2022 20:27

La Cancillería rusa avisa que las políticas peligrosas de EE.UU. hacia Rusia podría poner a estos dos países al borde de un “conflicto directo”.

“Se trata de una política peligrosa y miope que lleva a EE.UU. y Rusia al borde de un enfrentamiento directo”, ha dicho la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, en reacción a las recientes declaraciones del vocero del Departamento de Estado norteamericano, Ned Price, en las que afirmó que Washington intentó construir una relación más estable con Moscú, pero se volvió “más inestable e impredecible” por culpa de este último.

En este sentido, ha instado a la Administración estadounidense, presidida por Joe Biden, a evaluar con sobriedad la situación y “no desencadenar una peligrosa escalada”.

De acuerdo con la diplomática rusa, Estados Unidos buscaba preservar su hegemonía por todos los medios, ignorando las nuevas realidades geopolíticas, lo que, junto a su arrogante falta de voluntad para mantener un diálogo serio sobre garantías de seguridad, ha conducido a un resultado predecible.

Aludiendo al “sonado” fracaso de Washington en Afganistán, la titular rusa ha indicado que “EE.UU. se ve cada vez más arrastrado a un nuevo conflicto”, no solo apoyando con dinero y armas al régimen neonazi de Kiev, sino también engrosando su presencia militar en el campo de batalla en Ucrania.

 

De igual modo, ha dicho que su país está interesado en reducir las tensiones y acordar los principios de coexistencia pacífica sobre la base de una estricta reciprocidad, señalando que Moscú no ha renunciado a las comunicaciones con las autoridades estadounidenses en varios niveles.

La Casa Blanca y el Kremlin viven tensos momentos por varias razones, entre ellas, el conflicto de Ucrania iniciado el pasado febrero. EE.UU. y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) están llevando a cabo una campaña rusófoba mediante una guerra mediática y de castigos económicos y financieros, al tiempo que han destinado cientos de millones de dólares al envío de armas a Ucrania, “echando leña al fuego” del conflicto.

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