Las tripulaciones de los helicópteros Ka-27 y Mi-24 de la Aviación Naval de la Flota del Báltico de Rusia han practicado la eliminación de submarinos y tropas terrestres de un enemigo simulado durante ejercicios militares realizadas en la región más occidental de Kaliningrado, ha informado este jueves la Oficina de Prensa de la Flota del Báltico mediante un comunicado.
Los simulacros involucraron a más de 20 tripulaciones y más de 10 cañoneras, y los helicópteros de guerra antisubmarina Ka-27 a bordo de barcos y helicópteros de ataque Mi-24 de un regimiento de helicópteros compuesto de una unidad de Aviación Naval “realizaron reconocimiento aéreo, cazaron y destruyeron los submarinos de un enemigo hipotético en los polígonos navales de la Flota Báltica”.
Además, según la nota, los helicópteros de guerra proporcionaron apoyo de fuego a las unidades del Cuerpo del Ejército, eliminando vehículos blindados ligeros y de motor.
Durante los vuelos para lanzar ataques desde el aire, los helicópteros persiguieron submarinos utilizando sonares de inmersión, lanzaron bombas antisubmarinas, y dispararon desde contenedores de cañones multipropósito UPK-23-250 equipados con cañones dobles de 23 mm, ha detallado el texto.
Los ejercicios militares de la Armada rusa se producen mientras autoridades rusas dicen que la operación militar especial, que inició Rusia en Ucrania el pasado 24 de febrero, está avanzando “según lo planeado”.
Conforme al portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, las Fuerzas Armadas de Rusia han logrado destruir, desde el comienzo de la operación militar, 249 aviones, 137 helicópteros, 1534 vehículos aéreos no tripulados, 354 sistemas de misiles tierra-aire, 4050 tanques y otros vehículos blindados de combate, 744 lanzacohetes múltiples, 3145 cañones de artillería de campaña y morteros y 4292 vehículos especiales militares de motor.
Con todo esto, Moscú ha dicho en repetidas ocasiones que su objetivo es la “desmilitarización” y la “desnazificación” de Kiev, y que su operativo no implica ninguna amenaza para la población civil de Ucrania.
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