“El regreso de Estados Unidos al Plan de Acción Integral Conjunto [PIAC, JCPOA, por sus siglas en inglés] para el programa nuclear iraní no debe estar vinculado con ninguna condición previa o requisito adicional”, indicó el jueves la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zajárova, en una conferencia de prensa.
Luego de señalar que los intentos de reconfigurar el acuerdo nuclear terminaron en un “fracaso”, Zajárova afirmó que el PIAC “está vivo y seguirá aplicándose sistemáticamente”, al igual que la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), tal y como fue aprobada por unanimidad el 20 de julio de 2015.
La vocera rusa afirmó que todos los países, incluido Estados Unidos, están obligados a cumplir con esta resolución y destacó que Estados Unidos también debe corregir todas las irregularidades cometidas con respecto al pacto.
Además, declaró que Moscú confía en unos avances al respecto, mientras Irán “está preparado para actuar precisamente de esta manera”.
El presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, retiró unilateralmente a su país del acuerdo nuclear iraní en mayo de 2018 y, desde entonces, ha reimpuesto varias tandas de sanciones al país persa y endurecido su retórica con el objetivo de obligarlo a sentarse a la mesa de diálogo para revisar dicho pacto.
En esta situación y debido a la inacción de los firmantes europeos del pacto ante los obstáculos creados por EE.UU. para el tratado, Irán decidió en mayo de 2019 reducir sus compromisos en virtud de los artículos 26 y 36 del PIAC, un tratado que, según Teherán, no puede ser renegociado tal y como pretenden EE.UU. y sus aliados europeos.
Sin embargo, Teherán asegura que las reducciones de sus compromisos asumidos bajo el pacto nuclear son reversibles, pues el país persa observará sus obligaciones mientras las otras partes hagan lo mismo.
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