En una reunión con los máximos representantes del Ministerio de Defensa, los jefes de departamentos federales y las empresas de la industria de defensa, Putin ha informado este miércoles de la creación de un nuevo centro de mando para las fuerzas nucleares estratégicas del país que operará bajo “una protección casi absoluta”.
Conforme ha destacado el mandatario ruso, “será excepcionalmente alta” la seguridad del nuevo centro, que se encuentra en sus etapas finales de desarrollo; también ha subrayado la necesidad de mantenerse la solidez de los sistemas de control incluso en caso de un ataque nuclear.
“Es importante que todo el equipo, la tecnología y las comunicaciones de los sistemas de control de las fuerzas nucleares sigan siendo modernos, simples y fiables, como un rifle de asalto Kalashnikov; que se actualicen de forma constante y rutinaria y se basen en avanzadas tecnologías y soluciones de ingeniería nacionales”, ha sostenido.
Al mismo tiempo, Putin ha puesto énfasis en que “no importa lo modernos y avanzados que sean hoy, no hay que quedarse quieto”, resulta imprescindible pensar “en lo que sucederá mañana y pasado mañana”, ha agregado.
Durante los últimos años, Rusia ha llevado a cabo muchos procesos de modernización de sus armas para hacer frente a los desafíos y dice estar a la vanguardia en la construcción de armamento de última tecnología.
Moscú, no obstante, asegura que nunca hará uso de sus armas, incluso nucleares, a menos que vea amenazada su seguridad nacional a raíz de las actividades provocativas de otros países, en particular EE.UU., que el pasado año salió del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés).
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