El representante permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vasili Nebenzia, condenó el lunes la explotación, por ciertos miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), de un mecanismo transfronterizo para la entrega de ayuda humanitaria a Siria, y su desprecio por la soberanía y la integridad territorial del país árabe, devastado por la guerra.
“Las organizaciones terroristas ubicadas en Idlib (noroeste de Siria) utilizan la ayuda humanitaria como una herramienta para ejercer presión sobre los residentes civiles y obtener ventajas. Hay evidencias directas e indirectas de eso”, advirtió.
En un comunicado recogido por la agencia rusa de noticias RIA Novosti, Nebenzia denunció que ciertas partes extranjeras explotan el mecanismo de las entregas transfronterizas de ayuda a Siria de una manera que amenaza la secesión de varias áreas del resto del país.
Por su parte, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Vershinin, criticó la misma jornada la politización de la entrega de ayuda a Siria, y subrayó que cualquier asistencia humanitaria al país árabe debe realizarse en plena coordinación con el Gobierno de Damasco.
El pasado 8 de julio, Rusia y China vetaron en el CSNU una resolución para enviar ayuda humanitaria a Siria a través de la frontera con Turquía, sin permiso de Damasco, pues, conforme denunciaban, violaba la soberanía del país levantino.
Según alertan Siria y su aliado en su lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), es decir, Rusia, EE.UU. utiliza la ayuda humanitaria para amparar a los grupos terroristas que operan en el país.
Entretanto, varios analistas advierten que detrás de la prórroga de una resolución de los países occidentales para enviar ayuda humanitaria a Siria se esconde el interés de derrocar el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
fmk/anz/myd/rba