“No hay lugar para los terroristas en Siria, y el Gobierno sirio tiene todo el derecho a buscar su liquidación en su territorio”, ha señalado este lunes el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
En declaraciones ofrecidas en un discurso en el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (capital rusa), Lavrov se ha referido, en particular, a la situación en la provincia noroccidental de Idlib, el último feudo de las bandas extremistas en Siria.
“No se puede seguir aguantando hasta lo infinito la situación” en Idlib, ha dicho el jefe de la Diplomacia rusa sin dejar de denunciar los múltiples ataques que han lanzado los terroristas desde esta provincia, pese al alto el fuego que rige en la zona.
En los últimos meses, las agrupaciones ultraviolentas han golpeado las posiciones del Ejército sirio en Idlib y han lanzado ataques con drones contra la base aérea en Hmeimim, situada en la provincia de Latakia (noreste de Siria).
Los sistemas de defensa antiaérea rusos instalados en Hmeimim han derribado más de 50 drones lanzados por los terroristas en el aeródromo, ha apostillado el canciller ruso.
No hay lugar para los terroristas en Siria, y el Gobierno sirio tiene todo el derecho a buscar su liquidación en su territorio”, ha señalado el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Tras siete años de conflicto en este país árabe, el Ejército sirio ha logrado liberar gran parte de su territorio de los extremistas y ahora busca emprender una operación militar a gran escala para liquidar a los radicales en Idlib.
Entretanto, Rusia ha alertado de que los terroristas se preparan para orquestar un falso ataque químico en Idlib para luego acusar a Damasco de su autoría, una acusación del que se valdrían Estados Unidos y sus aliados para lanzar un nuevo ataque militar contra Siria.
Washington también ha indicado que está dispuesto a “responder con una acción militar más fuerte” de la que ya lanzó contra Siria el pasado mes de abril, si este país usa armas químicas en esa provincia norteña.
El Gobierno sirio ha negado tales afirmaciones y ha recordado en reiteradas veces que Damasco destruyó todo su arsenal químico en 2013, como confirmó la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Damasco denuncia que las acusaciones occidentales se producen para detener el avance del Ejército sirio frente a los terroristas, además de justificar una intervención militar extranjera en el país.
mnz/ctl/tmv/rba