En la inauguración del mayor centro de prototipos de Rusia en la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología (MISIS, por sus siglas en ruso), se reveló el uniforme de combate que llevarán los soldados rusos en un futuro cercano.
Este nuevo equipamiento militar, además de disponer de un nuevo yelmo que cubre totalmente la cabeza y el rostro del soldado, cuenta con una armadura innovadora y un exoesqueleto diseñado para aumentar la movilidad y la resistencia durante las batallas.
Oleg Chíkarev, representante del Instituto Central de Investigaciones para la Construcción de Máquinas, donde se creó el prototipo, ha explicado que se trata de "la visión del uniforme que querríamos desarrollar en los próximos años".
Asimismo, ha asegurado que el mencionado instituto colabora con varias compañías rusas especializadas en varios equipos de combate y que el proyecto "ayudará a nuestros soldados a desempeñar sus misiones en el campo de batalla".
En la actualidad, los soldados rusos disponen del equipamiento de combate Rátnik de segunda generación, en una cantidad de 50.000 unidades anuales desde el año 2014.
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