El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores ha emitido este sábado un comunicado, advirtiendo a Washington de las medidas que adopta a espaldas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), tal como lo hizo el pasado 7 de abril atacando Siria.
“El paraguas antimisiles podría conducir a la perniciosa ilusión de la invencibilidad y la impunidad, es decir tentar a las ‘cabezas locas’ en Washington hacia nuevos pasos unilaterales y peligrosos a la hora de resolver los problemas globales y regionales al margen del CSNU y en contra del sentido común como ocurrió el 7 de abril cuando EE.UU. lanzó un ataque con misiles contra el Estado soberano de Siria”, según el texto.
El paraguas antimisiles podría conducir a la perniciosa ilusión de la invencibilidad y la impunidad, es decir tentar a las ‘cabezas locas’ en Washington hacia nuevos pasos unilaterales y peligrosos a la hora de resolver los problemas globales y regionales al margen del CSNU y en contra del sentido común como ocurrió el 7 de abril cuando EE.UU. lanzó un ataque con misiles contra el Estado soberano de Siria”, dice el comunicado de la Cancillería rusa.
Además, la Cancillería de la Federación Rusa señala en su nota que las instalaciones antimisiles que se emplazan en todas las partes del globo son parte del plan “muy peligroso” de la Casa Blanca para garantizar la “superioridad abrumadora” de Estados Unidos y lo hace a “expensas de los intereses de seguridad de otros países”.
A continuación, el comunicado llama al país norteamericano a guiarse, en la práctica y no solo con palabras, por un principio universal: “es inadmisible reforzar la seguridad propia a expensas de otros Estados”, idea defendida por Washington en las plataformas internacionales.
Cabe rememorar que el pasado 7 de abril, EE.UU. lanzó un ataque con 59 misiles de crucero Tomahawk contra una base aérea siria, so pretexto de acabar con el lugar desde donde supuestamente se lanzó un ataque químico días antes contra la localidad siria de Jan Sheijun, situada en la provincia noroccidental de Idlib. Washington acusaba a Damasco de ser el autor del ataque y de haber enviado un caza desde dicha base.
El ataque estadounidense, que destruyó al menos nueve aviones de combate sirios y mató a un número de civiles, fue condenado duramente por Rusia que lo tachó de una agresión a una nación soberana con “un pretexto inventado”.
En este sentido, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que EE.UU. está preparando ataques contra los suburbios del sur de Damasco y que se gestan ataques químicos en Siria para inculpar al Gobierno de Bashar al-Asad.
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