En Teherán, el rezo colectivo fue oficiado por el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei tras tres años, debido a la COVID-19.
La gran Mosala de Imam Jomeini de Teherán alberga a un gran número de fieles. Vienen a participar en el rezo colectivo de Eid al-Fitr, oficiado por el Líder de la Revolución Islámica de Irán por primera vez en los últimos tres años, ya que durante aquel período la ceremonia había sido cancelada debido a la pandemia de coronavirus. El ayatolá Seyed Ali Jamenei en los sermones, refiriéndose a las diferentes creencias y gustos en la sociedad, llamó a la gente a mantener la unidad para contrarrestar intentos enemigos de crear pesimismo en la sociedad.
El Líder de la Revolución Islámica elogió la masiva presencia del pueblo iraní y de otras naciones en el Día mundial de Al-Quds, el último viernes del mes de Ramadán, y la consideró un fuerte golpe al enemigo.
El Eid al-Fitr es una de las festividades más importantes del calendario islámico. Los musulmanes al participar en el rezo colectivo dan gracias a Dios por los días de ayuno, y afianzan los vínculos fraternales.
Los musulmanes creen que Dios les ordena, como se menciona en el Corán, continuar su ayuno hasta el último día del Ramadán y pagar el Zakat al-Fitr —una ofrenda ritual— antes de ofrecer las oraciones del Eid.
El rezo de Eid al-Fitr se considera un signo de completar lo que se ha obrado en el mes de Ramadán, una fiesta en la que aparecen muchos de los conceptos humanos y sociales del Islam como solidaridad y hermandad.
Samaneh Kachui, Teherán.
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