La localidad de Madaya, en el campo de Damasco (capital), se convirtió de repente en la primera noticia de varios medios de comunicación proterroristas, como una zona en que se vive bajo la hambruna.
El hambre y la miseria se reflejan en las caras de los habitantes de esta localidad, quienes explican cómo los terroristas que entraron desde la vecina ciudad de Al-Zabadani, el 18 de octubre, y en base al acuerdo Al-Zabadani-Kafarya y Al-Fuah, les roban los productos más necesarios.
Las autoridades sirias introdujeron nueva ayuda alimentaria, suficiente para 40.000 personas durante un mes, y bajo la supervisión directa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los habitantes de Madaya impidieron esta vez que los terroristas se apoderasen de las ayudas y pidieron que las mismas les sean entregadas de forma directa.
Los habitantes de Madaya reiteraron su rechazo a las prácticas de las organizaciones terroristas, exigiendo que las ayudas humanitarias les sean entregadas a ellos directamente, sin intermediarios.
Bashar Barazi, Damasco.
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