Con aceptable puntualidad comenzaba este domingo la sesión de apertura del Parlamento egipcio y con ella surgían las primeras disputas.
El conocido polemista, el magnate del fútbol Mortada Mansur fue increpado por otros legisladores al alterar su juramento y negar que el levantamiento popular de 2011 contra la dictadura de Hosni Mubarak fuera una revolución. Anécdotas aparte, cundieron en este primer encuentro los discursos cargados de buenos propósitos.
A las puertas del hemiciclo, viandantes anónimos confesaban su falta de confianza en los parlamentarios o aprovechaban para demandar su ayuda en asuntos diversos.
Mientras tanto, una prolongada sesión inaugural sólo permitía concretar la elección del presidente de la Cámara. Ali Abdel Al, el candidato propuesto por la coalición progubernamental denominada "En Apoyo a Egipto" obtuvo la mayoría de los votos.
Los legisladores deberán actuar con mayor celeridad si quieren acometer la revisión de más de 300 decretos en 15 días. Ese es el periodo que les otorga la Carta Magna para aprobar, derogar o enmendar todas las leyes dictadas por el presidente interino Adli Mansur y el actual mandatario Abdel Fatah al-Sisi, desde la disolución del anterior Parlamento en 2012.
El Parlamento egipcio fue objeto de disolución en febrero de 2011 y en junio de 2012. Diversas enmiendas a la ley electoral, supuestamente encaminadas a evitar que esto vuelva a suceder no garantizan que la actual Cámara de Representantes complete los 5 años de legislatura.
Rocío López, El Cairo.
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