El portavoz de la Cancillería de Irán, Esmail Baqai, ha condenado este jueves el contenido de la declaración final de la 46.ª cumbre del Consejo con respecto a las mencionadas islas iraníes, dejando en claro que estos territorios son partes inseparables de Irán, y cualquier reclamo territorial contra su soberanía es fundamentalmente infundado e inválido, y es claramente contrario al principio de respeto a la integridad territorial de los países y la buena vecindad.
Recordando la soberanía efectiva, continua e indiscutible de Irán sobre estas tres islas durante siglos, Baqai ha aclarado que repetir un reclamo infundado sobre una parte de un país no cambia las realidades geográficas e históricas y no crea ningún derecho legal para el reclamante.
Al destacar la política de buena vecindad y cooperación de la República Islámica con los países vecinos para fortalecer las relaciones y proteger la seguridad y estabilidad de la región, el diplomático iraní ha instado a los Emiratos Árabes Unidos y al CCG que se abstengan de adoptar posiciones provocadoras que sean contrarias a la buena vecindad con respecto a Irán.
Las islas del Golfo Pérsico de Bu Musa y las islas de Tonb Mayor y Tonb Menor han sido históricamente parte de Irán, prueba de lo cual se puede encontrar y corroborar en innumerables documentos históricos, legales y geográficos en Irán y otras partes del mundo.
Sin embargo, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) han reclamado las islas en repetidas ocasiones.
Emitir declaraciones repetitivas no crea ningún derecho para la parte kuwaití
En otra parte de sus declaraciones, Baqai ha subrayado además los derechos de la República Islámica de Irán en el campo petrolífero de Arash, y ha considerado inválidas las reclamaciones unilaterales sobre este campo.
En este contexto, ha aseverado que emitir declaraciones reiteradas y hacer reclamaciones unilaterales no crea ningún derecho para el Gobierno kuwaití desde una perspectiva legal, y ha agregado que alcanzar un acuerdo justo y duradero sobre este campo requiere diálogo bilateral, esfuerzos conjuntos y la creación de una atmósfera positiva y constructiva para garantizar beneficios mutuos.
Irán, Kuwait y Arabia Saudí mantienen una disputa territorial de larga data sobre el yacimiento de gas estratégicamente ubicado. El último ciclo de reclamos comenzó en 2022, cuando Arabia Saudí y Kuwait firmaron un acuerdo para desarrollar conjuntamente el campo, ignorando los llamados de Irán al diálogo para resolver la disputa y demarcar la frontera.
Irán reaccionó rápidamente a la declaración, reanudando las actividades de exploración en el campo, tras más de 20 años después que habían sido detenidas para dar paso a las conversaciones de demarcación de las fronteras marítimas.
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