Venezuela no es una amenaza, sino una esperanza. Bajo este título, la embajada de Venezuela en Teherán celebra una reunión en respuesta a las recientes amenazas de Estados Unidos en el Caribe. Decenas de iraníes se dan cita para mostrar su solidaridad con Caracas.
Desde las organizaciones populares hasta asociaciones estudiantiles, todos los presentes alzan la voz para respaldar la autodeterminación del pueblo venezolano. Durante la reunión, las organizaciones populares entregan al presidente Nicolás Maduro un Kufiya perteneciente al Líder de la Revolución Islámica de Irán, como símbolo de resistencia.
Según fuentes oficiales, Washington ha desplegado ocho aviones de guerra, 4500 tropas, 1200 misiles y una nave con capacidad nuclear cerca de las aguas de Venezuela. A pesar de este poderío militar, el pueblo venezolano asegura que enfrentará al imperialismo estadounidense.
Al final de la ceremonia, los asistentes firmaron un documento conjunto que reafirma que las amenazas de la Casa Blanca no son algo nuevo. Según lo firmado, durante décadas Estados Unidos y otras potencias expansionistas han intentado silenciar la voz de los pueblos. Hoy le toca a Venezuela, que sigue firme en la defensa de su dignidad.
Nargues Fallah, Teherán
rfm/hnb
