Mediante una publicación en su cuenta de X, Seyed Abás Araqchi rememoró el domingo el aniversario del ataque químico lanzado por el exdictador iraquí Sadam Husein a la ciudad iraní de Sardasht. El bombardeo realizado con gas mostaza mató al menos a 119 civiles iraníes e hiriendo a otros 8000, algunos de ellos con discapacidades permanentes.
El jefe de la Diplomacia persa dijo que la República Islámica, como la mayor víctima de las armas químicas en la historia contemporánea, es un firme defensor de un mundo libre de armas de destrucción masiva.
Añadió que Irán nunca ha cesado en su búsqueda de justicia para las víctimas del ataque químico y cree firmemente que la aplicación de la justicia es un requisito indispensable para prevenir la repetición de atrocidades como el bombardeo químico de Sardasht.
Expresó su esperanza de que, mediante la determinación y el esfuerzo colectivos, llegue el día en que ningún ser humano sea víctima de armas de destrucción masiva y que la paz y la concordia sustituyan a la guerra y la violencia.
Según Araqchi, existen pruebas creíbles y documentación contrastada que confirman que ciertos países occidentales, en particular Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania, han proporcionado al régimen de Sadam sustancias químicas, tecnologías y el equipo necesario, lo que le permitió emplear armas químicas contra el pueblo iraní durante la guerra (1980-88).
El apoyo de Occidente, agregó, junto con el repugnante silencio de la comunidad internacional, envalentonó al régimen de Baas de Irak a persistir en sus atrocidades y a seguir violando el derecho internacional con impunidad.
Denunció además el asesinato de mujeres y niños iraníes, civiles, profesores universitarios, científicos nucleares y altos mandos militares “a manos de algunos de los terroristas más astutos y malévolos” de la época, es decir, el régimen israelí durante la reciente agresión criminal al suelo iraní.
“Esos mismos países occidentales se han alineado con el agresor, ofreciendo apoyo de facto a sus actos de agresión y a sus violaciones del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas”, enfatizó el máximo diplomático.
Advirtió que los ataques del régimen israelí contra la infraestructura crítica de Irán, incluidas las instalaciones dedicadas a la producción de materiales químicos industriales, representan el riesgo de una grave catástrofe humanitaria y ambiental.
Por tanto, dijo que Irán ha solicitado formalmente la convocación de una sesión de emergencia del Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para examinar y condenar estos ataques inhumanos.
Araqchi concluyó elogiando la fortaleza, la perseverancia, la solidaridad y la unidad de la nación iraní al enfrentar la reciente agresión israelí-estadounidense.
El 13 de junio marcó el inicio de una agresión brutal de Israel contra Irán. El régimen sionista lanzó de manera abierta, sin provocación, ataques que causaron la muerte y heridas a muchas personas, incluidos altos mandos militares y destacados científicos nucleares iraníes.
El 22 de junio, Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares iraníes en apoyo a su aliado, Israel. La contraofensiva de Irán contra los agresores les obligó a aceptar un alto el fuego el 24 de junio.
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