El miércoles, la embajadora adjunta de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Dorothy Shea, vetó una resolución del Consejo de Seguridad que exigía un alto el fuego inmediato y permanente en la Franja de Gaza, afirmando que la iniciativa —apoyada por otros 14 miembros del CSNU— “premia injustamente el terrorismo”, y “permite a Teherán seguir fomentando la inestabilidad” en la región.
El embajador de Irán ante la ONU, Amir Said Iravani, negó categóricamente el jueves las acusaciones en cartas dirigidas al secretario general de la ONU, António Guterres, y a la presidenta pro tempore del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Carolyn Rodrigues-Birkett. “Estas acusaciones carecen completamente de fundamento y no tienen ninguna validez ni base jurídica”, subrayó el embajador persa.
Dijo que las acusaciones de Washington contra Irán tenían como objetivo “proteger al régimen israelí de la rendición de cuentas por sus continuas y atroces violaciones del derecho internacional” en Gaza.
“En un momento en que el Consejo de Seguridad debe actuar con unidad y urgencia para poner fin al sufrimiento sin precedentes del pueblo palestino, que soporta bombardeos incesantes, desplazamientos forzados, hambruna y la destrucción sistemática de infraestructura civil, es lamentable y vergonzoso que Estados Unidos haya optado una vez más por obstruir el cumplimiento del mandato del Consejo y desviar la atención mediante acusaciones con motivaciones políticas contra otros”, escribió Iravani.
Denunció que “Estados Unidos, al respaldar nuevamente al régimen ocupante y evitar que rinda cuentas, ha contribuido activamente a la continuación de una desastrosa campaña militar que hasta ahora ha matado a decenas de miles de civiles —la mayoría mujeres y niños— y ha llevado a Gaza al borde del colapso total”.
Elogió la posición de principios de la República Islámica de Irán y su apoyo al pueblo palestino, así como a su lucha y resistencia legítima contra la ocupación, diciendo que “se basa plenamente en la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas”.
En esta línea, subrayó que “acusar a otros por las consecuencias de la campaña ilegal y brutal del régimen sionista no es más que una distorsión deliberada de la realidad con el objetivo de exonerar a este régimen de sus crímenes”.
Iravani advirtió que la falta de una acción decisiva frente a los crímenes de guerra y la catástrofe humanitaria en Gaza “no solo debilita la credibilidad del Consejo de Seguridad, sino que también allana el camino para la comisión de más crímenes contra el pueblo palestino”.
Llamó al CSNU a cumplir con sus responsabilidades y actuar de inmediato para “poner fin a la agresión brutal del régimen sionista, levantar el asedio a Gaza, establecer un alto el fuego inmediato, garantizar un acceso humanitario amplio, y poner fin al inmenso sufrimiento del pueblo palestino”.
El representante permanente de Irán ante la ONU concluyó, recalcando que “los enfoques selectivos, los dobles estándares y las consideraciones políticas no deben tener cabida frente a crímenes tan generalizados”.
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