“Después de [pasar] horas sin información sobre mi hermano, que había ido a visitar a mi padre [...], nos dimos cuenta de que Mayid aparentemente había sido arrestado por la policía sueca”, ha dicho este viernes Atieh, hija de Hamid Nuri, en una publicación en su cuenta de la red social X.
Agregó que su familia aún no sabe “nada sobre los detalles del incidente”.
Hamid Nuri, un exfuncionario judicial iraní, fue arrestado en 2019 en un aeropuerto de Estocolmo, capital sueca, a raíz de denuncias presentadas por elementos del grupo terrorista antiraní Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés) que viven exiliados en el país nórdico por su presunto papel en las ejecuciones de criminales en Irán en 1988.
Sin tener en cuenta la implicación del grupo terrorista MKO en un sin número de atentados terroristas contra responsables y civiles iraníes tras la victoria de la Revolución Islámica, un tribunal sueco dictó la cadena perpetua para Nuri cuatro años tras su arresto, y la sentencia fue confirmada en diciembre de 2023 por el Tribunal de Apelación de Suecia.
A principios de marzo, el Tribunal Supremo de Suecia también ratificó la sentencia, negándose a escuchar una apelación que había presentado el prisionero iraní.
Nuri sigue desde su detención en régimen de aislamiento y según miembros de su familia, está sometido a torturas psicológicas.
Tanto la República Islámica, como el preso, han rechazado categóricamente los cargos que se le imputan a Nuri en el caso y denuncian que el fallo de la corte es injusto y politizado.
El Gobierno iraní exige la inmediata liberación de su ciudadano, avisando que el apoyo de Estocolmo a la secta terrorista MKO socava las relaciones entre los dos países. Teherán denuncia que el caso de Nuri ha sido influenciado por la presión y la propaganda de grupos e individuos antiraníes que viven en Occidente.
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