En un comunicado emitido este viernes, el presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, ha expresado sus condolencias a la nación iraní, sobre todo a las familias de los policías “devotos” que cayeron víctimas este ataque “cobarde e indiscriminado” en el condado de Rask en la provincia de Sistán y Baluchistán, del que el grupo terrorista Yeish al-Ald, con sede en Pakistán, se adjudicó la responsabilidad.
“Las poderosas fuerzas de seguridad deben identificar a los autores de este crimen atroz lo más rápido posible para que puedan ser castigados por su acto vergonzoso”, apostilla la nota.
En este contexto, Raisi ha apuntado el dedo acusador a los “títeres de la arrogancia mundial”.
El presidente del Parlamento iraní, Mohamad Baqer Qalibaf, ha exigido una respuesta rápida ante el ataque. “Muchas veces, los adversarios de Irán han intentado quebrar la voluntad de la nación iraní mediante actos inútiles, pero deben saber que tales actos serán respondidos con un severo castigo”, ha manifestado.
Por su parte, el ministro del Interior, Ahmad Vahidi, ha prometido que los atacantes serán llevados ante la justicia. “Los terroristas y sus partidarios deben saber que, sin duda alguna, serán atrapados por las abnegadas fuerzas del orden y otras fuerzas de inteligencia y seguridad y serán severamente castigados”, ha sentenciado.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, también ha censurado el acto de terrorismo cometido por el grupo separatista y prometido que la cancillería colaborará con otros órganos gubernamentales para castigar a los atacantes.
El ataque, que ocurrió alrededor de las 02:00, hora local, fue uno de los más mortíferos en años en la región situada cerca de la frontera de Irán con Afganistán y Pakistán, y se ha saldado con 11 policías muertos y 7 heridos.
El grupúsculo terrorista Yeish al-Adl, conocido en Irán como Yeish al-Zolm (ejército de injusticia, en español), ha sido el autor de numerosos ataques terroristas en Sistán y Baluchistán, incluido este último.
En Sistán y Baluchistán se ha declarado un día de luto para honrar a las víctimas mortales.
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