EE.UU. y sus aliados fracasaron a la hora de cumplir su proyecto de desestabilización de Irán. Así lo afirmó el presidente iraní, Seyed Ebrahim Raisi, en una visita realizada a la casa de Salman Amir Ahmadi, quien fue asesinado a balazos durante los disturbios del año pasado. Según Raisi, el principal objetivo de Occidente era detener el avance del país mediante promoción de sediciones.
El mandatario reiteró que la firme resistencia de los iraníes y los defensores de la seguridad frustraron el complot extranjero. En esta misma línea, valoró el sacrificio hecho por las fuerzas de orden al indicar que el pueblo nunca olvidará los esfuerzos por la seguridad del país.
El mandatario advirtió además de otras intrigas que están tramando los enemigos de la República Islámica para revivir los disturbios y los intentos subversivos en el primer aniversario de las protestas. Sin embargo, se mostró convencido de que el proyecto occidental sobre Irán volverá a sufrir otro fracaso.
El año pasado, Irán fue escenario de incidentes de violencia callejera a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini, de 22 años, ocurrida el 16 de septiembre en un hospital, después de desplomarse en una estación de policía en Teherán, la capital. Las autoridades iraníes detectaron huellas de Estados Unidos, Israel y varios países europeos en los disturbios.
kmd/mkh
