“En las condiciones de declive de la posición de Occidente, especialmente de Estados Unidos en el sistema de poder y orden mundial, y la importancia de la región para aumentar la estabilidad y asegurar los intereses colectivos de los vecinos, el acuerdo entre Irán y Arabia Saudí tiene la capacidad de ser la fuerza propulsora para el logro de una región estable en beneficio de las naciones musulmanas de la zona”, subrayó el portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, en una nota publicada este sábado por la agencia de noticias local IRNA.
En la nota definió el acuerdo entre Teherán y Riad como “uno de los hechos más importantes” del año en el ámbito de las relaciones de vecindad e hizo hincapié en que esto desempeñará un papel crucial en la convergencia y el desarrollo de Asia Occidental.
Kanani dejó en claro que una de las estrategias fundamentales de la política exterior de la República Islámica es fortalecer las relaciones con los países de la región y el mundo islámico.
“Irán cree que la continuación de los problemas y conflictos entre países vecinos y las crisis que han devenido, han servido a los intereses de las potencias extrarregionales”, remarcó.
Kanani manifestó que Irán considera la seguridad, la estabilidad y el desarrollo de los países vecinos como sus propios desarrollo y estabilidad. “La seguridad tiene un concepto integrado. La situación de las últimas décadas en la región no es digna de gobiernos y naciones islámicos”, denunció.
En este contexto, enfatizó que el acercamiento Teherán-Riad puede ser la base para crear una nueva tendencia y un rol cada vez mayor al servicio de los intereses de los países y naciones de la región.
Israel, una amenaza para la región de Asia Occidental
En otra parte de sus declaraciones, señaló la amenaza que representa Israel para la región, indicando que Israel, como “un falso régimen” impuesto sobre la geografía del mundo islámico, siempre ha buscado fortalecer su seguridad, a expensas de la inseguridad e inestabilidad de la zona y del mundo islámico. “El régimen sionista aún ocupa la primera Qibla [dirección de la oración] de los musulmanes, Al-Quds [Jerusalén], y sus crímenes diarios contra los palestinos son interminables”, agregó.
En este contexto, alertó que la expansión de la presencia de ese régimen en la geografía política del mundo islámico es una amenaza a la estabilidad y seguridad general de los países y naciones de la región.
Después de varios días de intensas negociaciones organizadas por China, Irán y Arabia Saudí finalmente llegaron a un acuerdo el 10 de marzo para restablecer las relaciones diplomáticas rotas desde 2016 y reabrir embajadas y misiones diplomáticas dentro de dos meses.
Según una declaración conjunta, Irán y Arabia Saudí resaltaron la necesidad de respetar la soberanía nacional y abstenerse de interferir en los asuntos internos del otro.
Teherán, Riad y Pekín expresaron en el comunicado su firme determinación de realizar sus máximos esfuerzos para promover la paz y la seguridad regionales e internacionales.
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