“La experiencia ha demostrado que la presencia de los países extrarregionales en todas partes del mundo ha estado acompañada de inseguridad y división, y esta presencia en nuestra región (Asia Occidental) tiene como objetivo asegurarse el flujo de energía”, advirtió el ministro iraní de Defensa, el general de brigada Mohamad Reza Qarai Ashtiani, en una reunión con su homólogo iraquí, Sabet Muhamad Said Reza, en la sede del Ministerio en Teherán (la capital iraní).
Esta presencia foránea, agregó el titular castrense iraní, también busca consolidar el cinturón de seguridad del régimen sionista, mediante la creación de crisis artificiales, diferencias y conflictos entre los países islámicos, contrario de lo alegado de que están en la zona para garantizar los derechos humanos, la expansión de la democracia y la asistencia a la gente de la región, avisó el general.
En otra parte de sus declaraciones, abordó las relaciones bilaterales entre ambos países, destacando que se debe aprovechar de los puntos comunes y estar alerta para neutralizar los esfuerzos y conspiraciones de los enemigos, quienes intentan destruir y debilitar estas relaciones.
Asimismo, se refirió al asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, en Bagdad, capital iraquí, en un ataque de drones estadounidenses, y recomendó continuar el camino de estos mártires a través del fortalecimiento y consolidación de las relaciones militares.
Por su parte, el ministro iraquí, confirmando las palabras de su para iraní, recordó la importancia geográfica y geopolítica de la región, y consideró importante la interacción y cooperación para crear una zona segura. Además, enfatizó la necesidad de fortalecer las interacciones y la cooperación entre los dos países.
Se trata de la primera visita bilateral del ministro de Defensa iraquí después de la formación del Gobierno en el país árabe.
Irán e Irak, en reiteradas ocasiones, han insistido en que la recuperación de la seguridad y la paz en la región no pasa por el camino de la intervención de los extranjeros, y solo requiere de la voluntad de los propios países de la zona.
Teherán y Bagdad mantienen nexos amistosos y estratégicos en diferentes campos, como la economía, la medicina, la industria y el turismo. Es más, ambos países mantienen una excelente cooperación en la lucha antiterrorista.
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