El portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, ha fustigado este domingo las afirmaciones “injerencistas y provocadoras” del canciller germano, Olaf Scholz, quien el sábado pidió nuevas sanciones a la Unión Europea (UE) contra Irán tras acusar, sin pruebas, a Teherán de enviar drones a Rusia para usarlos contra Ucrania y de reprimir supuestamente las protestas en curso en el país persa.
“Desafortunadamente, algunos países que se autoproclaman defensores de los derechos humanos, al olvidar su oscuro historial en derechos humanos ante la noble y resistente nación iraní por el apoyo ciego e inhumano brindado al régimen de Sadam [Husein durante la guerra impuesta por Irak contra Irán], la reimposición de sanciones crueles por EE.UU. al país, y el silencio ante los actos terroristas cometidos por Daesh [contra el pueblo iraní], han instrumentalizado los derechos humanos para impulsar su agenda política”, ha criticado Kanani.
El diplomático persa ha destacado que la República Islámica asume su responsabilidad de cumplir los principios fundamentales de los derechos humanos, incluidos la dignidad humana, la lucha contra la opresión y la defensa al oprimido.
En cambio, denuncia, “Alemania huye de su responsabilidad internacional de respetar la soberanía de los países, mientras que da cobijo a grupos terroristas y separatistas hostiles a Irán y adopta un enfoque selectivo y de doble rasero ante los crímenes cometidos por el régimen sionista en todo el mundo, incluida Palestina”.
Ha dicho que la República Islámica tiene “una larga lista de demandas en materia de derechos humanos” contra Berlín, por lo tanto, “es Alemania la que debe aclarar responsablemente el pasado”.
El vocero de la Diplomacia persa ha advertido a las autoridades alemanas de que “la destrucción de vínculos históricos con Teherán tendrá “consecuencias a largo plazo”, al tiempo que ha enfatizado que “el respeto e intereses mutuos” son la única vía que garantiza la cooperación sostenible entre los dos países.
Irán ha denunciado una y otra vez las injerencias de los países europeos en sus asuntos internos después de que estos impusieron varias tandas de sanciones contra Teherán por la supuesta represión de las protestas violentas en algunas ciudades iraníes tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini el pasado 16 de noviembre.
La República Islámica, a su vez, ha dado respuestas “recíprocas”, aplicando sanciones contra personas y entidades europeas por el apoyo al terrorismo y la incitación a la violencia y el odio en Irán.
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