Trump, de acuerdo con el presidente de Irán, Hasan Rohani, empleaba “una política de humillación” a la hora de tratar a otros países, en concreto a ciertos países de la región de Asia Occidental, como Arabia Saudí, a los que llamaba “vacas lecheras”. Tal política había provocado la ira de muchos países, incluso dentro del propio EE.UU., razón por la que los estadounidenses rechazaron votar nuevamente a Trump.
Por eso, el presidente saliente de EE.UU., “quien soñaba con el colapso del sistema político de Irán sufrió una derrota humillante” en las elecciones del pasado 3 de noviembre.
“La semana pasada el mundo fue testigo de un acontecimiento considerable (…) Los estadounidenses se opusieron a las políticas de humillación en las elecciones. El régimen que soñaba con el colapso del sistema [político] de Irán, sufrió su propio colapso y humillación”, ha indicado Rohani en una sesión de su Gabinete, celebrada este miércoles en Teherán, capital iraní.
El mandatario persa ha expresado su esperanza de que el fin del Gobierno de Trump, que siempre trataba de enrarecer lazos entre Irán y los países vecinos, allane el camino para que las naciones regionales reanuden los lazos bilaterales, basándose en los intereses comunes.
Entre los factores que dieron lugar a la derrota de Trump, Rohani ha subrayado la falta de conocimiento de la política internacional y la implementación de lo dictado por los extremistas internos y el régimen de Israel, así como la incompetencia de su Administración a la hora de enfrentar la propagación del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
El presidente iraní ha hecho notar que la llegada de cualquier candidato al poder, no hará cambios en la política de Irán, que se basa en el respeto mutuo y en la política de no humillación.
Al respecto, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, ha afirmado que a Teherán no le importa quién es presidente de EE.UU. sino su conducta.
De acuerdo con los datos de medios de comunicación estadounidenses, el demócrata Joe Biden se ha convertido en el 46.º mandatario de EE.UU. tras ganar al republicano Trump, con al menos 290 votos electorales, de los 270 necesarios. Un resultado que, al parecer, el ya presidente saliente no lo va a aceptar. Biden, no obstante, asegura que la negativa de Trump no tendrá consecuencias en la transición.
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