El primer buque cisterna iraní, Fortune, cargado con 43 millones de litros de gasolina, atracó este lunes en el amarradero 2 de la refinería de El Palito, situado en el estado Carabobo (norte).
La televisión estatal venezolana ha emitido imágenes y vídeos de la llegada del Fortune al puerto venezolano, donde fue recibido por naves y aeronaves de la República Bolivariana.
La llegada del primero de los cinco petroleros de bandera iraní enviados a Venezuela ha aumentado el ánimo de los jóvenes venezolanos para encarar, con más fuerza, las presiones y sanciones de Estados Unidos.

El buque cisterna iraní Fortune atraca en la refinería de El Palito, el estado Carabobo, Venezuela, 25 de mayo. (Fuente: HispanTV)

Actualmente el hashtag #GraciasIrán se ha convertido en la primera tendencia en el Twitter de los venezolanos, seguido por #23May, en alusión al día en el que el primer tanquero iraní llegó a las aguas territoriales de Venezuela.
#GraciasIran por la hermandad y la Solidaridad entre pueblos libres 🇮🇷🇻🇪 https://t.co/DmR6xQPvaU
— Omaira_56😀💞🇻🇪 (@Omaira_56) May 25, 2020
El ministro venezolano de Petróleo, Tareck El Aissami, durante la ceremonia de recibimiento del primer tanquero iraní, agradeció el suministro de combustible por Irán a Venezuela, calificando que “es una fortuna contar con Irán en estos tiempos”.

El segundo petrolero de bandera iraní, de nombre ‘Forest’, ha entrado este lunes en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Venezuela, y navega escoltado por la Armada del país bolivariano, y el tercer buque, llamado ‘Faxon’, llegará el próximo miércoles 27 de mayo a Venezuela. En total los buques iraníes llevan al país suramericano aproximadamente 1,53 millones de combustible.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha condenado en múltiples ocasiones las sanciones impuestas por Washington contra su pueblo. Como consecuencia de estos embargos, los venezolanos no pueden, por sí mismos, suplir sus necesidades de combustible.
Irán, como uno de los grandes productores y exportadores de crudo, está determinado a garantizar el suministro de combustible a Venezuela, frustrando así los complots imperiales de Washington, que lanzó vacías amenazas contra los buques iraníes.
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