Si nos ocupamos de las discrepancias sectarias e históricas esto constituye una amenaza para todos nosotros, y si nos enfocamos en la guerra y el asesinato, este peligro se extiende a toda la región, por eso la única salida a la actual crisis es hacer un trabajo conjunto para enfrentar los problemas y evitar toda provocación entre sí, dijo el canciller iraní.
“Si nos ocupamos de las discrepancias sectarias e históricas esto constituye una amenaza para todos nosotros, y si nos enfocamos en la guerra y el asesinato, este peligro se extiende a toda la región, por eso la única salida a la actual crisis es hacer un trabajo conjunto para enfrentar los problemas y evitar toda provocación entre sí, dijo el martes a periodistas Mohamad Yavad Zarif.
El diplomático persa quien se encuentra desde el martes en Kuwait, para tomar parte en la 42ª reunión de los cancilleres de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) prevista para los días 27 y 28 de mayo, subrayó que Teherán aboga por mantener relaciones amistosas con todos los Estados de la región.
“Aspiramos a generar confianza y amistad con los países de la región, y creemos que las tensiones religiosas son puro complot, y no nos beneficiamos de incitar al tribalismo, ya que desde el inicio de la Revolución Islámica (1979) hemos buscado crear la unidad y la congregación entre la comunidad islámica”, agregó.
Aspiramos a generar confianza y amistad con los países de la región, y creemos que las tensiones religiosas son puro complot, y no nos beneficiamos de incitar al tribalismo, ya que desde el inicio de la Revolución Islámica (1979) hemos buscado crear la unidad y la congregación entre la comunidad islámica, dijo Zarif.
Citando al Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, dijo que cada musulmán que atice el fuego de las diferencias religiosas no es un creyente y ese enfoque “es una política estadounidense-sionista”.
Zarif instó además, a los países de la región a aunar los esfuerzos para combatir al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), en vez de convocar a conflictos sectarios.
El grupo takfirí Daesh que opera actualmente en algunos países de la región entre ellos Irak y Siria, cuenta con el apoyo – según informes de Inteligencia- financiero, logístico y armamentístico de muchos países regionales y occidentales, como Arabia Saudí, Turquía, Catar y EE.UU.
En cuanto a la agresión saudí a Yemen, el diplomático persa aseguró que los bombardeos “no ayudan en nada a la solución de los problemas” en el empobrecido país árabe y sólo profundizan cada vez más el odio y la indignación que sienten los yemeníes hacia el régimen de Riad.
El 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el aval de las Naciones Unidas, pero con la luz verde de EE. UU., en un intento por restaurar en el poder al fugitivo expresidente Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad. Unas 4000 personas han perdido la vida y más de 6000 resultado heridas durante la campaña militar saudí.
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