Las manifestaciones, convocadas este jueves por el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso), que aglutina a varias organizaciones y sindicatos, tuvieron lugar en David, (suroeste), Changinola (noroeste) y la Ciudad de Panamá (capital).
La protesta más numerosa tuvo lugar en la capital panameña, donde los manifestantes recorrieron el centro de la ciudad hasta la sede de la Presidencia, donde entregaron un pliego de peticiones.
En este sentido, en un documento de Frenadeso entregado al Gobierno panameño se lee que Panamá se hunde en la corrupción que envuelve a los tres órganos del Estado.
“La crisis es de tal magnitud que hay que barrer con la podredumbre que carcome las instituciones del Estado y eso solo es posible ya con una Asamblea Constituyente”, añade.
La crisis es de tal magnitud que hay que barrer con la podredumbre que carcome las instituciones del Estado y eso solo es posible ya con una Asamblea Constituyente”, recalca el documento publicado por el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso).
Frenadeso apoya la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que se celebró en Venezuela el pasado domingo, si bien el Gobierno panameño ha anunciado que no reconoce esos resultados.
Por otra parte, Panamá es uno de los países involucrados en el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, que habría pagado cientos de millones de dólares en varios países de América Latina para obtener contratos.
En el caso de Panamá los señalamientos son contra el expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) y varios familiares, aunque distintos grupos sospechan que también podrían estar salpicados miembros del actual gobierno de Juan Carlos Varela y del expresidente Martín Torrijos (2004-2009).
Panamá fue también epicentro del escándalo mundial conocido como “Panama papers”, que reveló en 2016 cómo desde un bufete panameño de abogados se crearon infinidad de sociedades opacas.
Por ello, Frenadeso pidió “castigo para los corruptos de todos los gobiernos y partidos” implicados en estos escándalos para luego advertir que esta no será la última marcha.
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