Desde enero de 2023 hasta la fecha, al menos 110 presos palestinos murieron en cárceles israelíes bajo el mandato del ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, según informaron varios medios hebreos. La cifra representa un aumento sin precedentes, ya que en las décadas anteriores los muertos en custodia palestina sumaban 178.
Organizaciones de derechos humanos israelíes y palestinas denuncian que las muertes se deben a violaciones sistemáticas: hacinamiento, negligencia médica, malnutrición, torturas y malos tratos.
En muchos casos las víctimas eran detenidos administrativos o apresados luego de los enfrentamientos y arrestos masivos tras los eventos de guerra.
Paralelamente, el Parlamento israelí aprobó un proyecto de ley que permitiría la ejecución de presos palestinos, un proyecto promovido por el partido del ministro Ben-Gvir. Organizaciones palestinas y de DD.HH. advierten que esta ley viene a institucionalizar ejecuciones en masa, y que profundiza lo que muchos describen como un patrón sistemático de represión.
Con más de cien presos palestinos muertos bajo custodia y una ley de pena de muerte avanzando en el Parlamento, las políticas penitenciarias de Israel entran en su etapa más dura en décadas. Desde este punto, la comunidad internacional debe exigir transparencia y responsabilidades inmediatas.
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