La Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió el domingo en un comunicado que “la orden de desplazamiento masivo emitida hoy por el ejército israelí ha asestado otro golpe devastador a las ya frágiles redes que mantienen con vida a la población de la Franja de Gaza”.
En este sentido, confirmó que el personal de la ONU permanece en Gaza y que sus coordenadas fueron compartidas con las partes pertinentes.
“Estos lugares, al igual que todos los sitios civiles, deben ser protegidos sin importar las órdenes de desplazamiento”, destacó la OCHA.
La oficina advirtió que cualquier daño a almacenes de ayuda, clínicas de salud e infraestructura hídrica causará la muerte de civiles que aún permanecen en la zona.
También, señaló que eso deja “a 2,1 millones de civiles confinados en un 12 % fragmentado de la Franja, donde los servicios esenciales han colapsado.”
Destacando que la nueva orden atraviesa Deir al-Balah en el centro de la franja de Gaza, hasta el mar Mediterráneo, fragmentando aún más la Franja, dejó claro que esto limitará la movilidad segura y efectiva de la ONU y sus socios en Gaza, dificultando el acceso humanitario cuando más se necesita.
La mañana del domingo, las fuerzas del régimen israelí ordenaron a los desplazados y residentes del centro de Gaza evacuar de inmediato debido a “operaciones inminentes”.
Como consecuencia, familias palestinas enteras tuvieron que reunir sus pertenencias rápidamente y abandonar la zona.
Según estimaciones iniciales de la OCHA, entre 50 000 y 80 000 personas se refugiaban en el área cuando se emitió la orden de evacuación.
Desde que el régimen israelí inició su campaña genocida el 7 de octubre de 2023, casi toda la población de Gaza, que además enfrenta una crisis de hambre, ha sido desplazada al menos una vez por órdenes de evacuación reiteradas.
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