Como cualquier otro viernes después del inicio del genocidio israelí el 7 de octubre, en Yemen, los ciudadanos reafirmaron su apoyo a la causa palestina en una marcha multitudinaria en Saná, la capital, respondiendo a la solitud de su líder Abdulmalik al-Houthi para seguir apoyando al pueblo palestino.
De igual modo, los jordanos volvieron a las calles de Amán, la capital, en su marcha semanal en solidaridad con Palestina. La multitud denunciaba, además, la complicidad de Washington con el genocidio de los gazatíes, llevando pancartas que señalaron a Biden y Netanyahu como genocidas.
En el marco de una campaña de apoyo a la población en Gaza, los ciudadanos jordanos donaron sangre para ellos.
Similar acto de solidaridad con palestinos tuvo lugar en el centro de Nicosia, la capital de Chipre. Para los manifestantes se trata de su responsabilidad como ser humano alcanzar la voz contra las atrocidades que comete la entidad sionista contra la nación palestina.
Mientras tanto, miles de españoles denunciaron en Madrid la genocida guerra israelí y exigieron el fin del comercio de armas con el ente sionista.
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