El corte de los suministros de agua y la electricidad, además de la falta de los suministros médicos, ha provocado que más del 90% de los hospitales del enclave costero dejen de funcionar. Una situación que afecta directamente a los más de 17000 heridos que han dejado los bombardeos israelíes.
Ahora no solo la vida de los heridos corre peligro, sino que también la de los recién nacidos. Según los médicos, las incubadoras y los aparatos respiratorios, podrían dejar de funcionar en cualquier momento debido a la falta de combustible, y eso significaría la muerte de todos los bebés que están en las incubadoras.
La gran aglomeración de personas en los hospitales, también está obstaculizando el trabajo de los equipos médicos, además de que nuevas enfermedades, y la propagación de estas está siendo evidente.
Este es el verdadero estado de los hospitales en la Franja de Gaza, sin agua, sin combustible, sin nada. Una dura realidad que va empeorando a medida que pasan los días y que lamentablemente nadie hace nada para detener esta catastrófica situación.
Huda Hegazi, Gaza
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