Murió de un balazo que le dispararon los soldados israelíes directamente en el corazón; fue cuando Samir Aslan, trataba de defender a su hijo Ramzi, durante su bárbaro arresto, como parte de una feroz campaña de arrestos llevada a cabo por las fuerzas de ocupación en el campo de refugiados de Qalandia, en el norte de Al-Quds.
Los palestinos llevaron el cuerpo de Samir Aslan, durante una procesión fúnebre, mientras las autoridades nacionales anunciaron un paro general en Qalandia, y denunciaron los continuos crímenes de los israelíes contra el pueblo palestinos.
El Movimiento de Resistencia Palestina (HAMAS), emitió un comunicado y lamentó el asesinato de Aslan llamando a la escalada de resistencia frente a la ocupación y sus colonos.
Con el asesinato de Aslan, el número de palestinos muertos por el régimen israelí desde principios de este año ha aumentado a 7, incluidos 3 menores de edad.
El miércoles también, los israelíes mataron al joven palestino de 21 años, Ahmed Abu Yunaid, en el norte de la ocupada Cisjordania.
Con la llegada al poder de los ultraderechistas en Israel, se han intensificado las medidas contra los palestinos; desde la ola de arrestos y asesinatos, hasta la demolición de sus casas privándoles cada día más de sus derechos básicos.
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