En un documental difundido el viernes por la cadena catarí Al-Jazeera, se muestran imágenes exclusivas de presos palestinos sometidos a represión y torturas en las cárceles del régimen de Israel.
Un palestino en la prisión israelí de Gilboa narra las situaciones que deben soportar, incluyendo fuertes golpizas y abusos. “Estamos en la peor situación que jamás haya visto la humanidad”, lamenta.
Además, señala el aumento de las represiones de los israelíes contra los presos palestinos, tras la fuga de los seis palestinos de Gilboa, un centro penitenciario de máxima seguridad del régimen israelí, cavando un túnel.
“Después de que los seis presos escaparon de la prisión, el lema de los guardias penitenciarios ha sido “rompan sus huesos, no hay ley’”, hace hincapié el prisionero en el documental.
Además, el medio abordó la brutal represión de los encarcelados palestinos en 2019 en la cárcel de Néguev (en el sur de la Palestina ocupada). Al respecto, Nizar Shehadeh, antiguo preso en esa cárcel, explicó que los israelíes colocaban a perros sobre los cuerpos de los prisioneros y saltaban de uno a otro.
En este sentido, Al-Jazeera pudo revelar los nombres e imágenes de los oficiales israelíes que desempeñaron un papel en la tortura de 2019.
Otra humillación: Capturan a 2 israelíes durante misión secreta
En otra parte de su documental, el medio publicó un vídeo sobre la captura de dos israelíes por un grupo palestino en la línea de separación de los territorios ocupados palestinos, mientras que realizaban una misión secreta de seguridad. Sin embargo, el régimen de Tel Aviv ha guardado silencio al respecto.
Desde la fuga de los encarcelados palestinos, el pasado 6 de septiembre conocida como la operación del ‘Túnel de la Libertad’, las autoridades israelíes adoptaron las más duras medidas punitivas y castigos colectivos contra los presos palestinos.
Por su parte, Muhamad Shalá, uno de los líderes del movimiento Yihad Islámica Palestina, alertó el lunes al régimen de Israel con una “guerra abierta”, en caso de que un prisionero sea asesinado en las cárceles israelíes.
Aunque estos prisioneros posteriormente fueron recapturados, su fuga humilló a las autoridades israelíes, al tiempo que demostró la atrofia de los sistemas de seguridad del régimen, admitida incluso por el primer ministro israelí, Naftali Bennett.
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