“Es un acto de ataque político a los derechos e identidad palestinos y una negación al estatus histórico y función del consulado, que data de hace cerca de 200 años”, dijo el domingo Hanan Ashrawi, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Con esta declaración, la funcionaria palestina se refería a la fusión del consulado y la embajada estadounidenses en Al-Quds que entra en vigor este lunes.
El Gobierno del presidente Donald Trump, con esta medida, según Ashrawi, muestra claramente su hostilidad hacia los palestinos, viola sus derechos inalienables y practica un “desacato abyecto al derecho internacional y a sus obligaciones bajo la ley”.
También considera que dicha fusión va en contra de lo expresado por la comunidad internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas, es, de hecho, “el último clavo en el ataúd del papel del Gobierno estadounidense en la construcción de la paz” entre los palestinos e israelíes, lamenta.
Es un acto de ataque político a los derechos e identidad palestinos y una negación al estatus histórico y función del consulado, que data de hace cerca de 200 años”, denuncia Hanan Ashrawi, miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en alusión a la planeada fusión del consulado y la embajada estadounidenses en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén).
El Departamento de Estado del país norteamericano, en una nota de prensa publicada el domingo, explica que la decisión se adoptó para “aumentar la eficiencia y la eficacia” de sus compromisos en la región, como ya dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, al anunciar en octubre dicha fusión.
Otro alto funcionario de la OLP, Taysir Jaled, argumenta que la decisión de Washington también pretende aumentar las posibilidades de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, actualmente imputado en tres casos de corrupción, gane las próximas elecciones.
Por su parte, el Frente Democrático para la Liberación Palestina (FDLP) aclaró el domingo que tal medida se enmarca en el plan de paz de Trump para el Oriente Medio conocido como el “acuerdo del siglo”, un plan rechazado de plana por los palestinos.
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