"Fue colocado en una posición conocida como la banana, atado en una posición forzada a una silla durante 15 horas en las que sufrió violencia sexual por parte de los interrogadores", han denunciado este sábado la asociación de defensa de los presos Adameer y el propio abogado de Al-Qiq.
Fue colocado en una posición conocida como la banana, atado en una posición forzada a una silla durante 15 horas en las que sufrió violencia sexual por parte de los interrogadores", han denunciado la asociación palestina de defensa de los presos Adameer y el propio abogado del preso palestino.
Según Adameer, los agentes de los servicios secretos israelíes han amenazado durante los interrogatorios a Al-Qiq –periodista palestino de 33 años que está en huelga de hambre desde el pasado 25 de noviembre– con no dejarle ver a su familia si no admitiera sus cargos.
Por su parte, Amnistía Internacional ha llamado a investigar los maltratos y presiones infligidos contra el preso palestino, quien está protestando contra su "detención administrativa" indefinida por supuesta incitación a la violencia.
"Las autoridades israelíes deben cesar de inmediato el tratamiento médico no consensuado y otras medidas de castigo impuestas al periodista palestino Mohamad al-Qiq", ha aseverado AI en un comunicado.
La semana pasada, las autoridades israelíes rechazaron una solicitud de apelación de Al-Qiq, cuya vida está en peligro, tras dos meses de huelga de hambre.
Por otra parte, el director del Comité para Asuntos de los Prisioneros Palestinos, Isa Qaraqe, declaró el pasado 12 de enero que el régimen de Israel alimentó por la fuerza a Al-Qiq.
En julio de 2015, el parlamento del régimen israelí aprobó una controvertida ley que permite la alimentación forzada de presos palestinos en huelga de hambre, una práctica considerada contraria al derecho internacional humanitario.
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