Según ha informado este martes el rotativo israelí Haaretz, las autoridades israelíes pretenden espiar y recoger información sobre los activistas vinculados con el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) y crear una base de datos con la información de estas personas.
Fuentes citadas por dicho diario indican que Gilad Erdan, el ministro de asuntos estratégicos israelí, intentó impulsar la semana pasada un plan que permitiría el espionaje de los activistas afines al movimiento BDS.
En concreto, aseveran, Gilad busca hacer uso de las redes sociales, los teléfonos y los ordenadores de los activistas para obtener datos personales sobre este colectivo, pero hasta el momento no ha conseguido la autorización necesaria para comenzar las tareas de espionaje que había propuesto.
El informe de Haaretz además confirma que ya se ha establecido una unidad de espionaje especializada para llevar a cabo las tareas de espionaje necesarias y solamente falta una autorización para que esa unidad sea operativa.
Se prevé que el caso volverá a ser abordado en el gabinete ministerial del régimen de Tel Aviv durante la próxima semana y, según las fuentes, es altamente posible que llegue a implementarse dicha medida.
En los recientes meses, el régimen de Tel Aviv ha intensificado sus presiones sobre el movimiento BDS y ha adoptado medidas en contra los activistas y los países que apoyan el mencionado movimiento.
Hace dos semanas, el parlamento israelí aprobó una ley que prohíbe la entrada a los territorios ocupados palestinos de personas que apoyan el boicot en contra del régimen de Tel Aviv.
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